Conductividad vectorial.
La conductividad vectorial es la conductividad energética, son posibles
modalidades de interacciones, de las propiedades vectoriales.
Conductividad eléctrica.
La conductividad eléctrica es la simple orientación en la dirección y sentido
de las polaridades vectoriales. El circuito vectorial cerrado forma
simultáneamente otro circuito vectorial cerrado ortogonal - propiedad de
ortogonalidad. La propiedad vectorial de ortogonalidad constituye la
estructura de los cuerpos microscópicos y macroscópicos. Las fuerzas
de atracción en los circuitos vectoriales ortogonalmente cerrados acortan
la longitud de los circuitos amplificando la intensidad y generan fuerzas
centrípetas. Así, los circuitos vectoriales ortogonalmente cerrados se
comprimen entre sí, formando microscópicamente el átomo de hidrógeno.
El átomo de hidrógeno es energía potencial, es una estructura de
interacciones vectoriales, considerada falsa por el materialismo, la forma
fundamental de existencia. Las polarizaciones vectoriales abiertas de los
átomos de hidrógeno cierran circuitos de enlaces fuertes entre ellos,
formando los elementos atómicos. A su vez, las polarizaciones vectoriales
de los elementos orientados en la dirección y sentido forman circuitos
vectoriales cerrados ortogonalmente: la energía eléctrica. Evidentemente,
la conductividad eléctrica no es una corriente, un desplazamiento de algo.
Conductividad magnética.
La conductividad magnética es específica sólo de los minerales con
estructuras de óxido de hierro, llamados ferromagnéticos. Típicos de estas
estructuras vectoriales son los microcircuitos de polaridades atómicas
cerradas ortogonalmente, con polos magnéticos norte y sur: microimanes.
En el mineral ferromagnético neutro, los microimanes son enlaces en la
estructura. Así como la conductividad eléctrica es la simple orientación
en la dirección y sentido de las polaridades vectoriales, la conductividad
magnética es la simple orientación en la dirección y sentido de los polos
magnéticos, bajo la acción de un campo magnético externo.
Los microimanes cambian las conexiones de los polos en la estructura en la
orientación del campo externo. Después de eliminar el campo magnético
externo, los microimanes permanecen atraídos entre sí, en la nueva
orientación. A una determinada temperatura, la orientación de los polos
vuelve a la estructura neutra, determinada por las oscilaciones generadas por
la ruptura de los enlaces orientados magnéticamente. Así, la estructura
ferromagnética polarizada alternativamente produce energía térmica.
Conductividad térmica.
La conductividad térmica se refiere a la interacción del espectro de
frecuencias vectoriales (electromagnéticas) emitidas en el espacio vectorial,
con las estructuras atómicas y moleculares, minerales y orgánicas,
produciendo resonancias en sus circuitos vectoriales. Por tanto, la
conductividad térmica es la propagación de la energía de oscilación, a través
de la resonancia, convirtiéndose las estructuras atómicas y las moléculas en
relés (recepción/emisión). La luz emitida por el sol es la energía del
espectro de frecuencias, que genera resonancias en las estructuras atómicas
y moleculares de la superficie terrestre y de la atmósfera. En la atmósfera
terrestre predomina el rango infrarrojo, aunque todas las frecuencias del
espectro producen resonancia. Para la concepción materialista, la noción
de temperatura está en total confusión, con las nociones de calor y frío,
limitadas empíricamente, al espectro de frecuencias aptas para el desarrollo
de los organismos vivos. El materialismo explica la propagación térmica,
a través de colisiones entre partículas elementales vecinas (cargas eléctricas),
de cerca a cerca. El espacio, el medio de propagación de la energía,
no participa, al ser desconocido. La conductividad de los circuitos
vectoriales eléctricos, magnéticos y térmicos son formas
de polarización del espacio vectorial: energía.
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