- Blanco - negro -
- Caliente - Frío -
Energía cinética - energía potencial.

La energía es la interacción de las propiedades vectoriales que generaron
la materia. Para la concepción materialista, la energía es una función de
estado, una medida escalar del movimiento de la materia. ¡Definición absurda!
¿Qué movimientos importan? ¡La energía! No, la materia no produce energía,
pero viceversa, ¡la energía produce materia y movimiento! La percepción
de la energía por los órganos de los sentidos, del espectro de frecuencias:
El órgano visual percibe las oscilaciones vectoriales, la energía cinética,
como si fuera de color blanco. La estructura del órgano visual evolucionó
a partir de la exposición a la resonancia de átomos con determinadas
frecuencias, por lo que recibieron el nombre de espectro óptico.
En algunas especies de animales, los órganos visuales han evolucionado
desde la sensibilidad hasta la resonancia con las frecuencias del entorno en
el que viven. El estado cinético de la energía concuerda con el espectro de
frecuencias y disminuye hasta cero oscilaciones, hasta el estado potencial de
la energía. En los circuitos ortogonales, los estados de energía cinética y
potencial oscilan. Para todos los animales, la percepción visual de la energía
potencial es negra, libre de oscilaciones. Para el órgano táctil, la energía
cinética es la sensación de calor, siendo la energía potencial la sensación de frío.
Caliente y frío es la medida de la variación de las longitudes de onda de los
espectros atómicos, desde el estado cinético al estado de energía potencial,
en cero Kelvin. ¡La temperatura, el espacio, el tiempo, la fuerza, la presión, la
electricidad, el magnetismo, etc., son misterios para la concepción materialista!
Siendo estos fenómenos energía, para cada fenómeno se inventaron
partículas materiales en movimiento, fieles a la definición materialista de
energía, nocivas para la razón humana. La estructura del órgano táctil
evolucionó, a su vez, de la sensibilidad a la resonancia con las frecuencias
del entorno circundante. Los circuitos vectoriales macroscópicos
ortogonalmente cerrados (electromagnéticos) son las interacciones de
estados de energía cinéticos y potenciales, de fuerzas atractivas y repulsivas.
Visualmente, una estrella es una esfera de luz, pero los instrumentos de
medición detectan un enorme campo magnético. El campo magnético es uno
de los circuitos vectoriales que rodean ortogonalmente al circuito eléctrico,
el núcleo de la estrella. Los circuitos ortogonales interactúan entre sí, a
través de las propiedades vectoriales de atracción y repulsión entre sus
múltiples circuitos paralelos. La fuerza de atracción de circuitos
ortogonalmente cerrados acorta la longitud del circuito, aumentando la
densidad, la intensidad. En consecuencia, los circuitos ortogonales se
contraen hacia el centro, uno alrededor del otro: la fuerza centrípeta.
Las fuerzas repulsivas de un circuito ortogonal que rodea completamente
al otro circuito se denominan campo magnético y el circuito rodeado se
denomina circuito eléctrico. El circuito eléctrico se comprime tanto por sus
propias fuerzas de atracción como por fuerzas de atracción magnéticas, más
fuertes que las fuerzas de repulsión del circuito eléctrico. La enorme presión
de las fuerzas vectoriales ortogonales sobre el circuito eléctrico, lo
transforma en un núcleo sólido, sin oscilaciones, de color cero Kelvin y negro.
El núcleo es la inmensa energía potencial ("massa" de Newton), que es
visible en el universo, bajo el nombre de energía negra, o agujero negro.
Las fuerzas de repulsión dilatan espacialmente los circuitos magnéticos,
comprimiéndose únicamente en el centro del circuito eléctrico, donde
forman el eje magnético y los polos magnéticos. Debido a la presión
vectorial, los circuitos vectoriales abiertos de los polos magnéticos
producen chorros de sustancias, radiaciones coloreadas y otros fenómenos.
Las fuerzas de repulsión entre los circuitos abiertos polares, dirigen su
propagación a largas distancias, donde se cierran, dándole al campo magnético
una forma lenticular. Los circuitos magnéticos cerrados encadenan las
polaridades de los átomos, como en la aguja de una brújula, y la fuerza
centrípeta los lleva al núcleo, formando la esfera de plasma luminoso.
El movimiento circular del campo magnético desde los polos al ecuador y
de regreso a los polos es un estado cinético de energía que fluye
continuamente, sin oscilaciones. La concentración continua de la energía
del campo magnético produce tres fenómenos:
1) produce la enorme presión vectorial, que transforma la estructura
cinética del magnetismo en la estructura potencial del núcleo eléctrico.
2) La sustancia se opone al paso del campo magnético, fenómeno llamado peso.
3) El campo magnético, al atravesar la sustancia, la polariza eléctricamente,
formando el potencial eléctrico radial. El potencial eléctrico radial, REP,
produce fuerzas de atracción y repulsión; En la atmósfera y bajo tierra
produce fenómenos eléctricos: rayos y terremotos. En resumen, los circuitos
vectoriales macroscópicos ortogonalmente cerrados son una conversión
continua de energía, del estado cinético al estado potencial. En los circuitos
vectoriales microscópicos ortogonalmente cerrados, los estados de energía
cinética y potencial oscilan, generando un espectro de frecuencias. Todas
estas estructuras y fuerzas son energía, espacio vectorial modelado. Los
circuitos vectoriales ortogonalmente cerrados son espacios vectoriales orgánicos.
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