Movimiento inercial.
La interpretación de los procesos físicos a través
de las interacciones de
propiedades vectoriales no puede ser un concepto filosófico o una
teoría
científica, sino más bien un descubrimiento fortuito de
su uso para
comprender los secretos de la naturaleza. El movimiento inercial es la
interacción del espacio vectorial con las estructuras vectoriales
de los
cuerpos en movimiento. El cuerpo, al ser una estructura de interacción
de
propiedades vectoriales, de energía, orienta colinealmente las
polaridades del
espacio vectorial, en líneas paralelas a la dirección del
movimiento.
Los argumentos de Zenón fueron el espacio, la unidad y la ilusión
de
movimiento. La propagación de la onda espacial justifica la interpretación
antigua, obviamente, si no intervienen otras interacciones espaciales,
como ocurre con los sistemas del universo.
El fenómeno giroscópico.
Cada punto de las superficies del disco giratorio orienta polarizaciones
abiertas en el espacio vectorial, en la dirección de sus tangentes.
Las polarizaciones tangentes, efectos de la rotación del disco,
se repelen y
producen fuerza centrífuga. Las tangentes producidas a partir
de radios
reducidos hacia el centro de rotación, toman direcciones radiales.
Sus fuerzas
repulsivas son interacciones espaciales vectoriales, son energía
y la energía
es la forma fundamental de existencia de la naturaleza. Las superficies
del disco giratorio quedan entonces atrapadas entre dos fuerzas opuestas
del
espacio vectorial, las fuerzas centrípetas, el retroceso de la
fuerza centrífuga,
que comprime el disco, produciendo el fenómeno giroscópico.
La tierra se encuentra en el mismo estado, con la diferencia de que
las fuerzas repulsivas son los circuitos magnéticos cerrados y
la compresión
es centrípeta. Entonces, la fuerza centrípeta deriva de
las fuerzas repulsivas y
puede considerarse una onda que se propaga en sentido opuesto a las del
medio líquido. Aunque la fuerza es repulsiva, Newton vio una fuerza
de
atracción y ahora resulta ser una fuerza de compresión.
La configuración
del espacio vectorial en la superficie del disco giratorio conecta la
orientación
de las polaridades vectoriales, genera el fenómeno giroscópico,
pero también
genera el potencial eléctrico radial, en el caso del disco de Faraday.
Y la tierra tiene rotación y potencial eléctrico radial.