Las interacciones vectoriales generan materia
Las interacciones vectoriales consisten en el ejercicio de las propiedades de los vectores.
El ejercicio de las propiedades de los vectores da origen a la materia
en dos estadios fundamentales, que conforman el universo:
Materia dinámica y aparentemente materia estática.
La materia dinámica son osciladores vectoriales con frecuencias de cero a infinito.
Es la etapa de la materia percibida por los órganos sensoriales, movimiento, luz, calor, tamaño, etc.
La materia estática son "átomos individuales" con diferentes dimensiones cósmicas.
Los átomos singulares tienen una estructura simple,
que consta de dos circuitos vectoriales cerrados ortogonalmente:
Un circuito central estático (electroide),
comprimido por su propio circuito dinámico ortogonal (magnético).
El circuito magnético, aunque no es estático, genera solo fuerza centrípeta: energía cinética.
El electroide estático se opone a la fuerza centrípeta, constituyendo una enorme energía potencial.
La materia es oscura debido a las condiciones en la estructura,
que descomponen los osciladores microscópicos (el hidrógeno).
Las dos fases de la materia están organizadas por las mismas fuerzas vectoriales centrípetas.
La fuerza centrípeta comprime la materia "luminosa" (energía cinética)
en materia "oscura" (energía potencial).
Los cuerpos oscuros han comprimido toda su materia luminosa.
Los cuerpos luminosos y más jóvenes todavía tienen sustancia "no digerida".
La fuerza del vector centrípeto y la materia comprimida
mantienen mutuamente su orientación de vectores.
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