Movimiento browniano.
El espacio vectorial, las fuerzas de atracción entre las polaridades
de los
vectores, formaron microscópicamente circuitos vectoriales ortogonalmente
cerrados, átomos de hidrógeno. En circuitos ortogonalmente
cerrados, la
aditividad de las fuerzas vectoriales de atracción tiende a cero,
acortan la
longitud de los circuitos y producen fuerzas centrípetas, presión.
Los circuitos vectoriales no son "cables" singulares, son espacio
vectorial,
campo de fuerza, como decía Faraday. Las fuerzas centrípetas
de estos
campos se comprimen entre sí, hasta alcanzar un equilibrio, formando
el
núcleo de la estructura vectorial. El núcleo, de fuerzas
centrípetas
ortogonalmente cerradas, entra en oscilaciones sólo cuando las
fuerzas en
el espacio vectorial rompen el equilibrio de fuerzas. Por tanto, los circuitos
vectoriales ortogonalmente cerrados, los átomos de hidrógeno
son
propiedades del espacio vectorial, estructuras con formas objetivas,
"materia", argumento de partida de la concepción materialista.
Siendo el espacio vectorial el sistema de referencia, con sus propiedades
para formar estructuras atómicas, es también la causa del
movimiento de los
átomos. En el universo, los núcleos de las estructuras vectoriales,
microscópicas y macroscópicas se mueven continuamente por
el espacio
vectorial. Las oscilaciones de las estructuras vectoriales ortogonalmente
cerradas del átomo de hidrógeno generan un espectro de frecuencias,
con
extensión, dependiendo de las fuerzas del espacio. La energía
cinética del
espectro de frecuencias, la reacción de la fuerza de propagación,
produce
vibraciones del núcleo, movimientos en relación al espacio
vectorial referencial.
El hidrógeno de las moléculas de agua, la propagación
de espectros en el
espacio vectorial, producen interacciones entre moléculas, los
movimientos
brownianos vistos al microscopio. Las partículas experimentales
flotan sobre
los movimientos de las moléculas de agua, como las góndolas
venecianas
sobre las olas. Las fuerzas centrípetas de los circuitos vectoriales
ortogonalmente cerrados en el núcleo del átomo de hidrógeno
demuestran
que son una especie de capacidad estática en equilibrio. El núcleo
de
hidrógeno es energía potencial, no produce oscilaciones,
no produce
temperatura (cero K). Ante la acción de un estímulo externo,
las dos fuerzas
centrípetas se desequilibran y generan un espectro de oscilaciones
características, energía cinética y temperatura.
Cuando cesa el estímulo
externo, las fuerzas centrípetas vuelven al equilibrio, no oscilan
por sí
mismas, mantienen el equilibrio estático. En el universo, la materia
oscura son nubes de núcleos de hidrógeno invisibles y estáticos.
Conclusión.
El movimiento browniano, el movimiento de rotación diferencial
y la fuerza
centrípeta mal interpretada como "atracción universal"
son efectos de las
interacciones del espacio vectorial referencial con sus estructuras objetivas.
El espectro de frecuencia del átomo de hidrógeno, las oscilaciones
de los
circuitos vectoriales ortogonales cerrados, producen los siguientes efectos:
- propagar fuerzas, oscilaciones en el espacio vectorial (radiación,
energía, temperatura).
- el espectro, solidario con el espacio vectorial, produce vibraciones
del núcleo. ----------
- el espacio con las fuerzas de los espectros atómicos propagados,
mueve los átomos. ---
El efecto de los movimientos brownianos, llamado temperatura, presenta
las posturas:
- la temperatura de los organismos vivos, regulada metabólicamente.
------------
- la temperatura de las estrellas llamadas plasma, de los planetas llamados
lava.
- temperatura de fricción y fuego, llamadas reacciones químicas.
----------------
En el espacio vectorial se propagan los espectros de frecuencia atómica,
las
fuerzas centrípetas de los circuitos vectoriales ortogonalmente
cerrados,
mutuamente antagónicas, fuerzas de atracción y repulsión,
cuyas interacciones
modifican las distancias entre los objetos. Al parecer, los objetos se
mueven
en el espacio, se acercan o se alejan. En realidad, el espacio vectorial,
las
oscilaciones que percibimos como luz, color, temperatura, distancias,
acercan o alejan los objetos. Las propiedades del espacio vectorial quedan
destacadas en las imágenes del telescopio Hubble. En el espacio
vectorial,
sólo los organismos animales pueden moverse por sí mismos.
Fisión por fusión.
Las fuerzas centrípetas de los circuitos vectoriales estelares
ortogonalmente
cerrados comprimen el plasma de forma esférica y aumentan la densidad
del
hidrógeno, y la presión (electromagnética) aumenta
exponencialmente hacia el
centro. La molécula de hidrógeno se forma a una determinada
densidad de
energía cinética, de radiación. En esa densidad,
el espacio vectorial entre dos
átomos cierra circuitos vectoriales comunes a través de
las polaridades de
los dos átomos. Las fuerzas centrípetas de los circuitos
comunes acortan la
distancia entre los núcleos. Los circuitos ortogonales de los dos
núcleos
rechazan la aproximación. El aumento de las fuerzas de atracción
a medida
que se acercan supera la repulsión de los núcleos y forma
una nueva
estructura vectorial: la molécula de hidrógeno. Los átomos
de los elementos
son enlaces compuestos sucesivamente, con las mismas fuerzas centrípetas,
un átomo, dos átomos o cuatro átomos simultáneamente
(helio) - fusión.
Los núcleos que tienen unidas las cuatro polaridades se llaman
neutrones.
La reacción inversa de la fusión, la fisión, las
fuerzas internas de repulsión,
emite espontáneamente los núcleos periféricos precariamente
añadidos
y radiación gamma: radiactividad. La alta densidad de elementos
radiactivos
produce reacciones en cadena. Reacciones, choques y rupturas son
características de la concepción materialista. En la interpretación
de vectores
existen interacciones de las propiedades del vector. Los núcleos
están unidos
por circuitos vectoriales cerrados con sus fuerzas de atracción.
Los circuitos
de enlace son energía potencial, sin oscilaciones (electricidad).
La entrada en
oscilaciones de los circuitos de conexión transforma la energía
potencial en
energía cinética, oscilaciones, temperatura y satura el
entorno circundante.
Las interacciones del medio ambiente rompen otros enlaces nucleares y
amplifican exponencialmente la radiación emitida al espacio vectorial,
con efectos ya observados: la fisión nuclear.