Energía oscura.
Interpretación vectorial.
¡Espacio! El espacio es vectorial y a través de las interacciones
de las
propiedades vectoriales se convierte en energía. En el estado de
energía, el
espacio vectorial adquiere una infinidad de formas llamadas materia, galaxias,
estrellas, planetas, seres inteligentes. Una galaxia era inicialmente
una estrella
gigante, con una cromosfera y una fotosfera, que reproducía estrellas,
los
brazos de la galaxia, granulando la forosfera, hasta desaparecer.
De la estrella gigante, sólo quedaron los circuitos vectoriales
ortogonalmente
cerrados en el centro de la galaxia, el núcleo eléctrico
se convirtió en un
agujero negro, rodeado de su magnetismo, que se convirtió en energía
oscura.
Las fuerzas centrípetas galácticas siguen atrayendo la sustancia
ordinaria para
reconstituir la fotosfera, pero, atravesando una capa de inmensa presión,
se
convierte en energía potencial, en "energía oscura".
El enigma de los circuitos
vectoriales ortogonalmente cerrados consiste en la máxima densidad
posible
del espacio vectorial, orientado en dirección y sentido, por las
fuerzas
centrípetas. Obviamente, en el espacio vectorial en estado de monolito
no
puede haber oscilaciones. Tales monolitos son los núcleos de átomos
de
hidrógeno, de estrellas y planetas. La conservación de esta
configuración
del sistema galáctico se produce por la inmensa presión
de fuerzas
vectoriales centrípetas. Los monolitos de átomos de hidrógeno
pueden resonar con estímulos externos, hasta la descomposición.
El fenómeno eléctrico.
La naturaleza de los circuitos ortogonales debería ejemplificarse
con el
fenómeno eléctrico de la regla de la mano derecha, pero
la "corriente de
cargas eléctricas" lo hace imposible. La fuerza centrípeta
magnética
comprime (orienta) ortogonalmente el circuito vectorial llamado eléctrico,
constituido por las polaridades de los átomos en el conductor.
En el conductor
no hay "corriente" eléctrica, siendo las polaridades
vectoriales de los átomos,
los átomos no se mueven, siendo la estructura filiforme de un metal.
La fuerza
centrípeta del circuito eléctrico alterno comprime (orienta)
ortogonalmente
el circuito magnético, como lo demuestra la vibración acústica.