Evolución de
la naturaleza y selección natural.
La selección natural es una forma de evolución de la naturaleza,
de la existencia.
La existencia, la evolución de sus propiedades vectoriales es la
medida llamada
tiempo. Las propiedades de los vectores son inaccesibles al conocimiento,
aunque se manifiestan en procesos físicos y químicos. Por
esta razón, las
propiedades de los vectores se denominan "fenómenos de la
naturaleza".
La propiedad vectorial de la atracción tiene la manifestación
más extraña.
Las polaridades vectoriales abiertas, orientan las polaridades del espacio
vectorial, a lo largo de distancias muy largas. En circuitos vectoriales
ortogonalmente cerrados, la fuerza de atracción aumenta inversamente
proporcional al radio e implícitamente reduce la longitud del circuito.
La fuerza de atracción aumenta, como si los vectores tendieran
a superponer
sus propias polaridades. La atracción concentra fuerza, energía,
la repulsión
disipa energía. Esta propiedad se manifiesta en fenómenos
poco claros:
enlaces nucleares, fuerza muscular, fenómenos ópticos, transmisión
de
información, etc. Aquí, sin embargo, la atracción
se manifiesta en la
formación del núcleo duro del átomo de hidrógeno
y, en general, en los
circuitos vectoriales ortogonalmente cerrados. La evolución de
la naturaleza
comenzó con las interacciones de las propiedades vectoriales, generando
energía, espacio vectorial y estructuras estables,
llamadas "materia",
átomos de hidrógeno. Las interacciones de las propiedades
vectoriales,
a partir de "la nada", produjeron energía, espacio vectorial
y átomos de
hidrógeno. A través de la evolución, el átomo
de hidrógeno fue el origen de
los cuerpos celestes, del universo. La estructura del átomo de
hidrógeno son
las oscilaciones continuas de los circuitos vectoriales ortogonalmente
cerrados,
que constituyen la estabilidad, la vida del átomo. Las polaridades
de los
circuitos vectoriales ortogonales (electromagnéticos) y el espectro
de
oscilaciones son propiedades de la estructura del átomo de hidrógeno.
Con estas propiedades, los átomos interactuaban con el espacio
vectorial
circundante, respectivamente con sus polaridades, formando consigo
mismos, a nivel macroscópico, bucles vectoriales ortogonalmente
cerrados
(electromagnéticos), los cuerpos del universo: las estrellas. Una
manzana
imita la forma de la tierra: polo sur, polo norte y ecuador. En la actividad
de las estructuras estelares, los átomos de hidrógeno reproducen
circuitos
vectoriales ortogonalmente cerrados, formando sistemas estelares y galácticos:
el universo. Las grandes distancias entre los cuerpos del universo son
las
delimitaciones de las fuerzas repulsivas de sus polaridades radialmente
positivas. La abundancia de elementos en las estructuras de los planetas
de
los sistemas estelares son consecuencia de la evolución, de la
disminución
de los espectros energéticos, pasando por secuencias propicias
a sucesivos
enlaces nucleares. El predominio de los elementos atómicos en la
evolución
de la estructura de los planetas, recorre la secuencia de aparición
y desarrollo
de la biosfera, del reino vegetal y animal. Recapitulando, el universo
se
desarrolló a través de la evolución, teniendo como
origen las interacciones
de propiedades vectoriales, el átomo de hidrógeno.