Fuerzas vectoriales de rechazo.
Un vórtice en la cromosfera solar puede convertirse en una nueva estrella,
una estructura vectorial macroscópica. La estructura reproducida puede ser
descompuesta por fuerzas centrípetas solares o repelida en el espacio
vectorial, dependiendo de la orientación de los circuitos ortogonales.
Para la segunda variante, las fuerzas repulsivas ya existen en la estructura.
La nueva estrella reproducida en la cromosfera tiene la misma estructura que
el sol: Circuitos vectoriales ortogonalmente cerrados, fuerzas centrípetas y
polarizaciones radiales. Las polarizaciones vectoriales radiales, "electrostáticas",
se repelen con las del sol. Los circuitos externos (magnéticos), si tienen la
misma dirección y sentido, se repelen. Así, la nueva estructura sale de la
cromosfera solar con velocidad contra las fuerzas centrípetas, y las fuerzas
repulsivas disminuyen con la distancia al sol. Para la nueva estrella, que se
convertirá en planeta, las fuerzas repulsivas no constituyen un sistema de
propulsión, pasando la estrella a ser ingrávida, parte del espacio vectorial,
situada en la rotación diferencial del sistema solar. El sistema solar a su vez
es parte del espacio vectorial situado en la rotación diferencial, con los
circuitos vectoriales ortogonalmente cerrados del sistema galáctico.
Este artículo muestra cómo la energía del espacio vectorial reproduce
estructuras vectoriales macroscópicas, una unidad estructural llamada
sistema, con los mismos circuitos vectoriales ortogonalmente cerrados.
En otras palabras, una galaxia es una unidad estructural supermacroscópica,
con circuitos vectoriales cerrados ortogonalmente, con dimensiones de miles
de años luz. La densidad del espacio vectorial en el centro de los circuitos es
similar a una estrella, se diferencia en tamaño y la sustancia gaseosa son los
brazos de los sistemas estelares. En el centro de los circuitos visibles
telescópicamente, se muestra un agujero negro rodeado de energía oscura,
respectivamente los circuitos ortogonales, eléctricos y magnéticos.
Repito, repito: el fenómeno eléctrico es energía, es decir, interacciones de
propiedades vectoriales, de los mismos circuitos vectoriales ortogonalmente
cerrados, no a través de movimientos de "partículas" inventadas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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