Espacio vectorial.
Las dimensiones del espacio vectorial varían con la densidad de
polarización
y son inconmensurables. La distancia entre dos estructuras vectoriales
(cuerpos)
depende de cómo las estructuras polarizan el espacio vectorial
entre ellas.
De esto resulta la unidad e interdependencia del espacio con sus estructuras
vectoriales. Las fuerzas vectoriales de atracción y repulsión
son las que
determinan la variación de tamaño. La variación de
las dimensiones del
espacio se puede medir experimentalmente, "pesando". El generador
electrostático polariza simétricamente el espacio vectorial
circundante.
Si el hemisferio del generador se cubre con una cubierta cóncava,
polarizará
asimétricamente el espacio vectorial circundante y la asimetría
de las fuerzas
amplifica el peso del generador. La diferencia de peso muestra la variación
en la densidad del espacio vectorial, la presión. La diferencia
de peso y presión
es solo una demostración. El aumento de peso del cuerpo humano,
de 3 kg
al nacer a 60-70 kg en la madurez, representa el aumento de la densidad
del
espacio vectorial. También, el aumento de la fuerza, de la capacidad
de
esfuerzo, revela la energía del espacio vectorial. La variación
de la densidad
del espacio vectorial es el fenómeno que produce la caída
y el peso de los
cuerpos. La presión del espacio, de los circuitos vectoriales ortogonalmente
cerrados, aumenta exponencialmente hacia el centro y forma el núcleo
eléctrico,
a cero Kelwin. Los efectos llamados oscilaciones, fuerzas, presiones y
densidades
con los estados gaseoso, líquido y sólido, dan fe de la
variación de las
dimensiones del espacio vectorial. La variación de la densidad
del espacio
vectorial mueve las estructuras vectoriales de manera curvilínea,
en forma
de oscilaciones llamadas órbitas. En su totalidad, los fenómenos
descritos
son las interacciones de las fuerzas de atracción y repulsión
entre las
polaridades vectoriales son energía. Con estas fuerzas, en circuitos
vectoriales ortogonalmente cerrados, el espacio vectorial se volvió
microscópico, directamente el estado sólido del átomo
de hidrógeno,
energía potencial. Con las mismas fuerzas, el espacio vectorial
formó los
enlaces más estrechos entre los átomos de hidrógeno,
en el átomo de carbono,
sobresaliendo en la estructura del diamante. Nadie puede admitir que el
diamante sea un espacio vectorial, aunque su estructura lo demuestre.