El origen del universo
La existencia es energía con propiedades vectoriales.
En el origen del universo están las interacciones de propiedades
vectoriales,
transpuestas en circuitos ortogonalmente cerrados, que dan forma real
a estos
circuitos, llamados átomo de hidrógeno (materia). Con los
átomos de
hidrógeno, las interacciones de las propiedades vectoriales de
la energía
desarrollaron lo que llamamos espacio, campo de fuerza, estrellas,
sistemas
galácticos, sistemas estelares: el universo. La evolución
del desarrollo de
estas estructuras vectoriales, del universo, es la medida llamada tiempo.
La forma de organización de los cuerpos del universo son interacciones
de
la energía cinética y potencial, transpuestas en circuitos
ortogonales
cerrados - electroimanes. La densidad de la energía cinética
(magnética)
varía con el radio y compone, comprimiendo la densidad de los vectores
orientados, el estado potencial (eléctrico). Los estados cinético
y potencial
se componen continua y simultáneamente con la velocidad de la luz,
constituyendo una unidad funcional: un electroimán. El circuito
magnético
siendo energía cinética comprime la sustancia, la cual emite
oscilaciones
vectoriales ópticas, propagadas omnidireccionalmente en el espacio
vectorial.
El circuito de potencial (eléctrico) no tiene oscilaciones (0K),
pero es visible
como un objeto oscuro, debido a la enorme densidad de vectores orientados.
Esta estructura funcional (electroimán) representa el modelo de
los objetos
astronómicos, con capacidad de reproducción. La estructura
de los objetos
astronómicos presenta un espectro de densidad de energía
cinética, con
máximos en la capa de plasma y mínimos en los extremos (centro
y periferia).
El electroimán astronómico, la orientación de su
campo eléctrico y
magnético, se propaga en el espacio vectorial, a grandes distancias.
El campo siendo circuitos eléctricos y magnéticos ortogonalmente
cerrados,
genera fuerzas electromagnéticas centrípetas. Las fuerzas
centrípetas polarizan,
aceleran y comprimen esféricamente los átomos de hidrógeno.
Así, el
aumento de la densidad y la presión del gas amplifica la densidad
de
oscilaciones, de energía cinética, hasta un límite
máximo llamado temperatura.
Las fuerzas electromagnéticas aumentan continuamente la presión,
lo que
atenúa la densidad de oscilaciones, por lo tanto de energía
cinética
(de temperatura). La energía cinética se convierte así
en energía potencial en el electrodo de temperatura 0K.
La esencia y el efecto de la energía.
La existencia es energía con propiedades vectoriales.
La esencia de la energía son las propiedades de los vectores, irreconocibles.
El efecto de la energía es el universo, objetos astronómicos
con estructuras
formadas a partir de las interacciones de propiedades vectoriales.
Los objetos astronómicos se ven como meras esferas de gas incandescente.
Pero, en su interior, están funcionalmente organizados, por circuitos
vectoriales ortogonalmente cerrados, como electroimanes con capacidad
de reproducirse por inducción electromagnética.
Ejemplo:
Una estrella grande expulsa cantidades sucesivas de subtensión
en el plano
ecuatorial, en el que induce estructuras estelares, formando brazos de
galaxias.
Una estrella en los brazos de la galaxia expulsa cantidades sucesivas
de
sustancia en el plano ecuatorial, en las que inducen estructuras planetarias,
formando sistemas estelares.
Un planeta en el sistema estelar elimina cantidades sucesivas de sustancia
en el plano ecuatorial, en el que inducen estructuras con circuitos ortogonales,
formando satélites. Obviamente, los objetos reproducidos, con el
magnetismo inducido por el fuerte magnetismo del objeto madre,
evolucionan en órbitas bajo el control de sus fuerzas centrípetas.
Así, la tierra, el sol, las estrellas y las galaxias tienen en
su centro un
electroido, un enorme anillo eléctrico con una temperatura de cero
K,
fuente de sus inmensos campos magnéticos.
No importa quién piense eso. Es muy importante quien entiende
científicamente el fenómeno electromagnético...