Enlaces nucleares - enlaces de hidrógeno.
El hidrógeno no es un átomo indestructible, sino un espacio vectorial
condensado en circuitos vectoriales ortogonalmente cerrados, conocidos
empíricamente como electromagnéticos. La interacción de las propiedades
vectoriales constituye la energía vectorial. Las fuerzas centrípetas en
circuitos vectoriales ortogonalmente cerrados se comprimen entre sí y
componen una estructura microscópica, sólida y fría: el hidrógeno.
Las interacciones de las propiedades vectoriales componen y descomponen
las estructuras vectoriales. Las estructuras de hidrógeno forman enlaces entre
sí al oscilar; los circuitos cerrados se abren y se rompen, polaridades
vectoriales de enlace. Cada circuito adquiere así una polaridad positiva y otra
negativa, cuatro en total. Las polaridades de las estructuras de hidrógeno
polarizan el espacio vectorial, cierran los circuitos a distancia, y sus fuerzas
centrípetas atraen estructuras, como imanes. Obviamente, los enlaces
cerrados se convierten en circuitos vectoriales ortogonalmente cerrados,
campos de fuerza y espacios vectoriales con alta densidad de orientación en
dirección y sentido. Así, se forman enlaces entre estructuras de dos, tres y
cuatro hidrógenos, cada una conectada mediante circuitos vectoriales
ortogonalmente cerrados: deuterio y helio. Las fuerzas que mantienen unidas
las estructuras son fuerzas vectoriales de atracción, fuerzas centrípetas, más
fuertes que las fuerzas centrales de repulsión. Los enlaces entre estructuras
de dos, tres y cuatro hidrógenos, circuitos vectoriales ortogonalmente
cerrados, «electromagnéticos», tienen fuerzas vectoriales centrípetas
(no gravitacionales) y fuerzas centrales de repulsión, como en las estructuras
macroscópicas. Las fuerzas de repulsión son los circuitos vectoriales
paralelos, el «eje magnético». El equilibrio entre estas fuerzas explica
las reacciones específicas, fusiones y fisiones (radiactividad)
características de estas estructuras. Las condiciones para estas
reacciones solo existen en la fotosfera de las estrellas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

O bien, las interacciones de fuerzas vectoriales continúan la fusión:

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